Desde hace unas temporadas en el campo de la joyería “la reina de la fiesta” es lo mínimal.
Como sucede en el textil, las tendencias son cíclicas y pasamos de periodos en los que impera ‘el miedo al vacío’ a periodos en los que se veneran las líneas limpias y la sobriedad.
Estos cambios no se producen de forma brusca, van acompañados de un periodo largo de transición.
Aunque no lo parezca la moda es un indicador de la situación socioeconómica por la que atraviesa una época. Estos factores influyen de modo notable de cara al diseño.
Así en momentos de recesión o guerras, los patrones son menos elaborados, los tejidos son menos exquisitos, las prendas se adornan menos y los largos se acortan.
Si echamos la vista atrás nos daremos cuenta que desde la primavera del 2012 en la que imperaba el estilo rorocó y la pieza estrella era el cuello joya, la joyería ha cambiado.
De forma paulatina ha ido eliminando aderezos hasta llegar a la tendencia actual; piezas delicadas, de líneas limpias y sin contrastes.
De forma paulatina ha ido eliminando aderezos hasta llegar a la tendencia actual; piezas delicadas, de líneas limpias y sin contrastes.
Sea por su atemporalidad o por su versatilidad, la estética de los 90’s en cuanto a joyería ha vuelto.
Hace pocos días descubrí una marca de joyería que me ha cautivado, no sólo por su diseño original y fresco, también por su bella sencillez.
Os hablo de WWAKE.

Esta marca con sede en New York esta pilotada por Ala Yau. Una joven nacida en el noroeste del Pacífico cuya infancia se desarrolló a caballo entre el Perú y Papua Nueva Guinea, que tras su paso por Rhode Island School of Design , una de las principales instituciones artísticas de los Estados Unidos, decidió apostar por la fusión entre el arte y la joyería.
Tras lanzar su primera línea de collares realizados a base de fibras textiles, decidió dar el siguiente paso y apostar por una joyería orientada a un público más moderno, en el que el diseño gana protagonismo sobre las gemas.
Como siempre, tras un gran éxito hay el descubrimiento de un nicho de mercado sin abastecer.
En esta ocasión Ala Yau se dio cuenta que nadie atendía las demandas de un número creciente de novias poco ortodoxas, las cuales no deseaban mostrar en su dedo el habitual anillo de compromiso de ‘corte princesa’.
Buscaban algo distinto, sofisticado pero polivalente, que les pudiese acompañar y no desentonase con los cambios de looks a los que todas las mujeres nos enfrentamos a lo largo de un día.
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Son joyas en las que se aprecia una ruptura con los convencionalismos de este oficio.
Piezas de formas mínimas pero marcadas, en las que las gemas se muestran como pequeños haz de luz.
¿El resultado? Piezas discretas y exquisitas.
¿Materiales? Oro amarillo, blanco y rosa, diamantes, esmeraldas y la piedra emblemática de la marca, el ÓPALO.
Piezas de diseño moderno, en las que se emplea una técnica un tanto anacrónica 'the rose cut', técnica muy usada en la época eduardiana.
En 2014 se le concedió the Racked Young Guns Award. Y desde entonces no ha dejado de sumar adeptas, entre ellas Rihanna, Cate Blanchett y Emma Watson.
A mí me ha conquistado, ¿y a vosotras?
fUENTES DE LAS IMÁGENES:
‘Uno nunca sabe lo que puede
perderse.
perderse.
Puedes seguirme haciendo ‘click’
en el margen superior
derecho.’
A mí también me ha cautivado esta colección de joyería por su belleza y sencillez me parecen preciosas un abrazo Francesca
ResponderEliminarMe parece una colección de joyas preciosa como siempre nos muestrasPropuestas únicas un abrazo Daniela
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ResponderEliminarBuenos días:
ResponderEliminarSorpresa con este salto a la joyería.
Me gusta este pos, donde la bloqueara define el como la moda, como elemento más de la sociedad, se extiende se contrae según los tiempos.
Ánimo
Saludos